Logo de la Biblioteca Cristianismo Primitivo
Tapa del libro El tesoro bíblico

Por Guillermo McGrath ©1985

Introducción Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14 Capítulo 15

Capítulo 4 - Resumen breve del nuevo testamento

Ahora llegamos a la parte más maravillosa del libro de los libros —el Nuevo Testamento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. El Nuevo Testamento consiste en 27 libros, cinco de los cuales son históricos (los evangelios y Hechos), 21 son epístolas, y uno es apocalíptico (Apocalipsis). Para mostrar la cantidad relativa de páginas en cada una de estas tres clases de libros, tomemos por ejemplo un Nuevo Testamento de 288 páginas. Las páginas serían divididas en 167 páginas de historia, 102 páginas de epístolas, y 19 páginas de escrituras apocalípticas. El Nuevo Testamento fue inspirado divinamente por el Espíritu Santo y fue escrito por medio de ocho escritores: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Santiago, Pedro, Pablo, y Judas. Todos estos hombres o eran apóstoles o sus secretarios, y todos eran testigos de la resurrección de Cristo. Lucas era colaborador de Pablo (Filemón 24), y Marcos escribió su evangelio como le fue dictado por Pedro. Los evangelios retratan la persona y las enseñanzas de Cristo; Hechos es la historia de la iglesia primitiva; las epístolas contienen las doctrinas y prácticas que Cristo ordenó para la iglesia; Apocalipsis es la revelación de Cristo acerca del mundo de los espíritus más allá de este mundo y el conflicto de los siglos y la victoria final.

El Nuevo Testamento es la continuación, el cumplimiento, y la realización del Antiguo Testamento. Usa el Antiguo Testamento como una biblioteca inspirada de símbolos para predicar a Cristo y su iglesia: “Y estas cosas les acontecieron [el Antiguo Testamento] como ejemplo [símbolo] y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Corintios 10.11). El primer tabernáculo “es símbolo para el tiempo presente”. Contiene “ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. Pero estando ya presente Cristo ... es mediador de un nuevo pacto” (Hebreos 9.9–11, 15). Hechos 13.26–41 (como muchísimas otras escrituras del Nuevo Testamento) subraya que Cristo vino como fue profetizado y cumplió todo lo que fue escrito de él en el Antiguo Testamento. Él fue revelado gradual y progresivamente dentro del Antiguo Testamento, pero es completa y finalmente revelado en el Nuevo. Ésta es la razón por la cual se puede entender e interpretar correctamente el Antiguo Testamento sólo desde el punto de vista del Nuevo Testamento. Así es que el propósito del Nuevo Testamento es completar la revelación incompleta del Antiguo Testamento (Hebreos 1.1–2; Jeremías 31.31–34; Malaquías 3.1); es mostrar el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento (Lucas 4.21; Juan 13.18; 17.12; Hechos 1.16, etc.); es presentar en su plenitud el camino de la salvación (Juan 20.31); y es establecer y gobernar la iglesia con toda la revelación necesaria (Mateo 16.18; Efesios 5.23–32; Juan 4.25; 17.18; 16.12–13).

El Antiguo Testamento y el Nuevo parecen presentar un contraste notable en la constitución y en las prácticas del pueblo de Dios. El contraste es muy semejante al de entre la niñez y la madurez (Gálatas 4.1–5) o entre el botón y la flor. En el Antiguo Testamento el pueblo andaba como a tientas; ahora en el Nuevo andamos con la cara descubierta y en la plena luz (2 Corintios 3.13–16). He aquí el contraste:

Así podemos ver la gran diferencia entre los dos pactos, y, por tanto, entre los dos Testamentos. Los que no usan bien la palabra siempre están mezclando el Antiguo Testamento con el Nuevo y tratando de poner a los cristianos bajo la esclavitud de las leyes, ceremonias, y costumbres del Antiguo Testamento. No obstante, la sombra del Nuevo Testamento siempre está oculta en el Antiguo Testamento y allí se revela gradualmente en una revelación progresiva por las muchas profecías acerca de Cristo y su pueblo del nuevo pacto, la iglesia. Fue predicho que Cristo aboliría el nacionalismo pecaminoso y que abriría las filas del pueblo de Dios para incluir a los gentiles regenerados. Fue predicho que la adoración vacía ceremonial sería descartada para que los hombres pudieran adorar a Dios en espíritu y en verdad. El Sr. Halley ha resumido las visiones proféticas del Antiguo Testamento de Cristo y de su iglesia de la siguiente manera:

Muy al comienzo del Antiguo Testamento se declara que la nación hebrea fue fundada con el propósito de “bendecir a todas las naciones”. Luego comienza a surgir la figura de una persona por cuyo medio la nación cumpliría su destino.

Primeramente se le dice “Siloh”, y que él se levantará de la tribu de Judá y regirá a las naciones. Luego se le llama la “Estrella” que tendrá dominio; después, un “Profeta” como Moisés, por cuyo medio Dios hablará a los hombres. Y después, una y otra vez, se habla de él como el “Rey” que se levantará en la familia de David y será llamado el “Renuevo”, el “Príncipe”, el “Mesías” o el “Ungido”, el “Primogénito” de Dios, el “Admirable”, el “Dios fuerte”, el “Padre Eterno” y el “Príncipe de paz”.

Fue predicho el tiempo exacto de su venida. Había de nacer de una virgen, y en Belén. Pasaría su niñez en Egipto. Sería criado en Nazaret. Sería introducido a su nación por un precursor semejante a Elías. Galilea sería escenario de su ministerio. Obraría milagros de sanidad. Hablaría en parábolas. Sería rechazado por los dirigentes de su propia nación. Sería un pastor herido, y padecería. Entraría en Jerusalén cabalgando sobre un asno. Sería varón de dolores, y entregado por treinta monedas de plata, las cuales luego se darían por un campo de alfarero. Sería llevado como cordero al matadero. Moriría con los malos, abriendo una fuente para el pecado y quitando el pecado en un día. Aun sus palabras moribundas se predicen. Se le daría hiel y vinagre en su agonía. Se le traspasarían las manos y los pies. No se le rompería ningún hueso. Se echarían suertes sobre sus vestiduras. Se le sepultaría con los ricos. Estaría en la tumba tres días. Se levantaría de entre los muertos, y ascendería a la diestra de Dios.

Se predijo que él traería al mundo una nueva lengua, esto es, un nuevo concepto: la salvación. Ofrecería a la humanidad un nuevo pacto, y daría al pueblo de Dios un nuevo nombre. Introduciría una era del Espíritu Santo. Su reino incluiría a los gentiles, y sería universal y eterno.

Estas cosas se escribieron siglos antes de que Jesús viniera, y en detalle tan sorprendente que al leerlas parecen un relato presencial de su vida y obra.

La revelación del Nuevo Testamento es tan superior al Antiguo que uno podría preguntarse por qué Dios no la presentó mucho antes. La respuesta bíblica es que “cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo nacido de mujer” (Gálatas 4.4), para redimir a la humanidad. En su contexto, la frase, “el cumplimiento del tiempo”, se refiere al hecho que el momento de advenimiento del Salvador a este mundo fue escogido estratégicamente por Dios. El pueblo judío se había dispersado por todo el mundo para despertar un interés en las escrituras y familiarizar a las naciones con el único Dios y el Mesías venidero. También la hora estaba preparada políticamente: la paz impuesta por el Imperio Romano y los buenos medios de viajar facilitaron la propagación rápida del evangelio. Además, el tiempo estaba preparado lingüísticamente: el idioma griego koine se hablaba y se entendía por todas partes, y éste era el idioma en que fue escrito el Nuevo Testamento. También el tiempo estaba preparado en cuanto a la religión, porque las religiones griegas, romanas, y orientales estaban arruinadas espiritualmente y los hombres estaban buscando una fe verdadera en el Dios verdadero. Los molinos de Dios muelen lentamente, pero seguramente. Otros datos vitales acerca del fondo del Nuevo Testamento se tratarán en este libro en la sección titulada “La historia y la arqueología bíblica”. Basta con sólo decir, además, que el Nuevo Testamento pronto no sólo fue propagado por todas partes en el griego, sino fue traducido al siriaco, al latín, al copto, y a muchas, muchas otras lenguas, a medida que los misioneros cristianos se esparcieron a los rin­cones lejanos del mundo. Gradual y progresivamente el evangelio marchó a una sección de oscuridad tras otra, llevando a Cristo, la luz del mundo.

La mitad del Nuevo Testamento está dedicada a los cuatro evangelios que retratan la vida y las enseñanzas de Cristo. Los cuatro son relatos paralelos, cada uno escrito de un punto de vista un poquito diferente, de modo que Dios nos ha dado un testimonio de Cristo “de cuatro dimensiones”: (1) Mateo fue escrito para mostrar a los judíos que Cristo es el Mesías prometido. (2) Marcos fue escrito para retratar a Cristo a los romanos como el Hombre de acción. (3) Lucas presenta a Cristo a los griegos como el gran Médico. (4) Juan escribe a toda la humanidad revelando a Cristo como el Verbo eterno y el Hijo de Dios. Mateo y Marcos desarrollan el ministerio en Galilea. Lucas el ministerio en Perea, y Juan el ministerio de Cristo en Judea. La última semana de la vida de Cristo ocupa un tercio de Mateo, un tercio de Marcos, un cuarto de Lucas, y la mitad de Juan. Juan dedica siete capítulos (un tercio de su libro) a la crucifi­xión, de ocaso a ocaso. (Véase la tabla en la página 50.)

La tabla que sigue da un bosquejo de los acontecimientos históricos que ocurren en los cuatro evangelios. La verdad entretejida por todo el plan de los cuatro evangelios es la demostración que Jesucristo es el Mesías (el Profeta, el Sacerdote, y el Rey) que proveyó la salvación para los hombres. Esto lo hizo haciéndose la víctima propiciatoria y el vencedor resucitado. La progresión espiritual en “os los cuatro evangelios es la revelación del carácter, el propósito, y la consumación de su reino. Él nació para ser Rey. Juan el Bautista profetizó la preparación para su reino. El primer mensaje de Cristo toca el cumplimiento del tiempo para la venida del reino. Él predicó el evangelio del reino. Testificó de los requisitos para entrar en el reino. Dio la constitución y las leyes del reino. Explicó de quién el reino sería quitado y como sería dado a un pueblo nuevo. Dio las llaves del reino a su iglesia que le reconoce, y profetizó de las señales que preceden la consumación de su reino en el fin del mundo y del reino eterno que seguirá. El gran tema de los cuatro evangelios es la crucifixión y la resurrección de Cristo el Rey, como también el carácter y la constitución de su reino en conflicto con los reinos de este mundo, y su consumación en su segunda venida.

MATEO (el libro del Rey): 28 capítulos, 1.071 versículos
• El versículo clave: Mateo 27.37
• Las palabras claves: el reino (56 veces)
• Presenta a Cristo como el Mesías.
El bosquejo:

A. La preparación del Rey (Mateo 1.1–4.16).

B. El evangelio y la constitución del reino (Mateo 4.17–7.29).

C. El poder del Rey sobre los reinos naturales y sobrenaturales (8–15).

D. El carácter y los fundamentos del reino (16–20).

E. Las profecías y la pasión del Rey (21–27).

F. La resurrección y la coronación del Rey (28).

MARCOS (el libro del Siervo): 16 capítulos, 678 versículos
• El versículo clave: Marcos 10.45
• La palabra clave: luego (35 veces, incluyendo los sinónimos: en seguida, inmediatamente, al momento, al instante, muy pronto, pronto, pron­tamente)
• Escrito para retratar a Cristo como el Siervo incansable de Dios y del hombre; muestra su poder real sobre la enfermedad, la naturaleza, los demonios, y la muerte. La palabra “reino” aparece 21 veces, “rey” 12 veces. (Véase la tabla en la página ¿??? para un bosquejo de este libro.)

LUCAS (el libro del Hijo del hombre): 24 capítulos, 1.151 versículos
• El versículo clave: Lucas 19.10
• La palabra clave: salvación
• Escrito para retratar el reino de Cristo como accesible a hombres de toda tribu y nación; la palabra “reino” ocurre 46 veces; “rey”, 12 veces. (Véase la tabla en la página ¿??? para un bosquejo de este libro.)

JUAN (el libro del Hijo de Dios): 21 capítulos, 878 versículos
• El versículo clave: Juan 20.31
• La palabra clave: creer (98 veces)
• Subraya que la entrada en su reino es posible sólo por medio del nacimiento nuevo (Juan 3.3–7; 1.11–13; 8.39–44) y que su reino no es de este mundo (Juan 18.36–37). (Véase la tabla en la página 50 para un bosquejo de este libro.)

HECHOS (el libro de acción): 28 capítulos, 1.007 versículos
• El versículo clave: Hechos 1.8
• La palabra clave: testificar
• Los sucesos históricos: rastrea la extensión de la iglesia desde Jerusalén a través de todo el mundo hasta Roma
• El mensaje moral: muestra el conflicto provocado por testificar intrépidamente de Cristo
• El simbolismo espiritual: muestra la progresión del evangelio del reino de Dios, incluyendo a los judíos, a los samaritanos, a los gentiles y venciendo las propensiones de judaizar. Los capítulos 1–7 muestran a la iglesia en Jerusalén; los capítulos 8–12 muestran la transición de la iglesia judaica a la iglesia universal, sin acepción de personas; los capítulos 13–15 muestran la primera misión a los gentiles y la controversia respecto a ella; 15.36–18.23 muestra el segundo viaje misionero; 18.23–21.17 muestra la tercera misión; 21.18–28.31 muestra el encarcelamiento de Pablo. Desde el principio hasta el fin el libro de los Hechos se ve la gran expansión del reino de Dios (Hechos 1.3; 28.31). El libro de los Hechos es el único libro del Nuevo Testamento sin una bendición final. El fin llegará cuando el evangelio sea predicado a los fines de la tierra (Mateo 24.14).

ROMANOS (el libro de justicia): 16 capítulos, 433 versículos
• Los versículos claves: Romanos 1.16–17
• La palabra clave: justicia
• El tema es el pecado del hombre y el plan de Dios.
• El bosquejo:

A. El pecado del hombre y su incapacidad moral (1.1–3.20)

B. La salvación de Dios por la justificación (3.21–4.25)

C. La justificación trae una vida santa (5–8)

D. Advertencias contra la incredulidad (9–11)

E. La vida cristiana práctica (12.1–15.13)

F. La postdata (15.14–16.17)

El reino de Dios está dentro de aquellos que tienen gozo, paz, y justicia (Romanos 14.17) y que no se conforman a este siglo (12.2).

1 CORINTIOS (el libro del orden de la iglesia): 16 capítulos, 437 versículos
• Los versículos claves: 1 Corintios 1.30–31
• La palabra clave: gloriar (usado más o menos 69 veces en varias formas en las dos epístolas a los corintios: gloriarse, gloria, jactarse, etc.).
• El propósito y el plan del libro: el problema mayor de la iglesia corintia parece haber sido su debilidad de gloriarse de cosas no correctas. El problema de las facciones (1–4); el problema del sexo (5–7); el problema de la libertad o la licencia (8–11.1); el problema de guardarse en su lugar, del velo, de la santa cena, de los dones (11.2–14.40); el problema de la resurrección (15); asuntos personales y la conclusión (16). El libro subraya que el reino de Dios consiste en poder (4.20) y pureza (6.9–10), y que no se puede heredar por carne y sangre (15.50). Muestra a Cristo como nuestra gloria.

2 CORINTIOS (el libro de reconciliación): 13 capítulos, 257 versículos
• Los versículos claves: 2 Corintios 5.17–20
• La palabra clave: consolación (2 Corintios 7.6–8)
• El propósito y el plan del libro: Pablo escribe para consolar a los corintios: se retrata a cada cristiano como un embajador del Rey (5.20), viviendo come ex­tranjero y peregrino entre los reinos de este mundo.
• El bosquejo: la acción de gracias (1.1–11); Pablo escribe tocante a la dificultad en Corinto (1.12–7.16); encarece la generosidad (8–9); defiende su ministerio (10–12.13); anuncia su propuesta visita (12.14–13.14).

GÁLATAS (el libro de la libertad): 6 capítulos, 149 versículos
• El versículo clave: Gálatas 5.1
• La palabra clave: libre
• El libro retrata la esclavitud amarga tanto del legalismo como de la licencia. Exalta la libertad en Cristo. El cris­tiano es uno que ha sido libertado de la esclavitud y la vanidad de los reinos malos de este siglo (Gálatas 1.4), para heredar el reino de Dios (5.21).
• El bosquejo: los que judaizan difaman a Pablo (1.1–2.21); la ley de la libertad contra el legalismo (3.1–5.12); la ley del Espíritu contra la ley de la carne (5.13–6.13), la vida de Cristo adentro (2.20; 6.14–15).

EFESIOS (el libro del templo nuevo): 6 capítulos, 155 versículos
• Los versículos claves: Efesios 1.22–23
• Las palabras claves: la iglesia
• Este libro retrata a los cristianos como a los que han recibido una herencia en Cristo (1.1 l), la cual requiere la pureza y la santidad de los que están en su reino (5.5).
• El bos­quejo: revelación del misterio de la iglesia (1–3); aplicaciones prácticas de la unidad, el amor, y la separación (4–6).

FILIPENSES (el libro de gozo): 4 capítulos, 104 versículos
• El versículo clave: Filipenses 4.4
• La palabra clave: gozo (la palabra o sus variantes gozarse, regocijarse aparecen más o menos 16 veces)
• Retrata a los cristianos como un reino espiritual de los gozosos.
• El bosquejo: gozo a pesar de la cárcel, el dolor, los pro­blemas (1–2); gozo a causa del poder y actitudes celestiales (3–4).

COLOSENSES (el libro de lo completo): 4 capítulos, 95 versículos
• Los versículos claves: Colosenses 2.9–10
• Las palabras claves: completo en Cristo. La frase “en Cristo” o “en él” con sus frases relacionadas (Cristo en vosotros, etc. aparece muchas veces. El gran énfasis que da el libro está en la posición del cristiano: “nos ha ... trasladado al reino de su amado Hijo” (1.13–14); y que en Cristo somos completos y hemos sido librados de los poderes del reino de la oscuridad.
• El bosquejo: El gobierno poderoso de Cristo (2.10) sobre todos los reinos (1–2); el gobierno de Cristo en la vida del cristiano (3–4). Aquí hay otra presentación clara del reino triple de Dios: (1) tiene dominio sobre los reinos de este siglo y los principados satánicos; (2) gobierna en el cristiano y en la iglesia; (3) el reino eterno al regreso de Cristo.

1 TESALONICENSES (el libro de la segunda venida): 5 capítulos, 89 versículos
• El versículo clave: 1 Tesalonicenses 1.10
• Las palabras claves: esperar a su Hijo
• El tema de este libro es aclarar la certeza del regreso de Cristo para que su pueblo le espere en santidad (5.23). Los cristianos son amonestados a andar en una manera que es digna del reino de Dios (2.13).
• El bosquejo: El regreso de Cristo (1–3); nuestro andar diario (4–5).

2 TESALONICENSES (el libro de la segunda venida): 3 capítulos, 47 versículos
• Los versículos claves. 2 Tesalonicenses 1.7–10
• Las palabras claves: el día de ira
• El tema es la manera en que regresará Cristo por sus santos y simultáneamente para el juicio de los pecadores. Los cristianos son amonestados a sufrir la persecución con paciencia y vivir dignos del reino de Dios (1.5; 3.5).
• El bos­quejo: ánimos (1), corrección de ideas incorrectas (2), advertencias (3).

1 TIMOTEO (el libro del pastor): 6 capítulos, 113 versículos
• El versículo clave: 1 Timoteo 3.15
• Las palabras claves: cómo conducirse
• El tema es el deber del pastor como representante del resucitado Rey de reyes y Señor de señores (1.17; 6.15).
• El bosquejo: doctrina, oración, y gobernación (1–3), apostasía, reproche, y disconformidad (4–6).

2 TIMOTEO (el libro de lealtad): 4 capítulos, 83 versículos
• El versículo clave: ­2 Timoteo 1.13
• La palabra clave: retener
• Exhorta a la iglesia a que permanezca fiel a Cristo cuyo reino llegará a su cenit en el día en que él vuelva para juzgar a todos (4.1), recordándoles los galardones de su reino eterno y celestial (4.18). Otra vez se nos hace recordar el reino triple de Dios: dominando en el mundo y gobernando en la iglesia. Ambos de estos reinados serán consumidos en el fin y serán seguidos por el reino eterno.
• El bosquejo: retén la forma de las sanas palabras, estudia la palabra (1–2); los últimos días, predica la palabra (3–4).

TITO (el libro del gobierno pastoral): 3 capítulos, 46 versículos
• El versículo clave: (Tito 1.5
• Las palabras claves: corregir lo deficiente
• El tema es el cuidado pastoral y el gobierno de las iglesias. La iglesia local no es una democracia (donde el pueblo gobierna) ni una jerarquía (donde gobiernan los sacerdotes), sino es una teocracia (Dios la gobierna por medio del ministerio ordenado, la palabra, el Espíritu, y la congregación). Cada iglesia local es un puesto del reino de Dios, es una colonia del cielo, una embajada representando el evangelio del reino.
• El bosquejo: disciplina (1), manteniendo las buenas obras (2.7, 14; 3.5 7–8, 14) por su gracia (2–3). El libro subraya un pueblo propio del Señor, celoso de buenas obras.

FILEMÓN (el libro de recibir al arrepentido): 1 capítulo, 25 versículos
• Los versículos claves: Filemón 17–18
• La palabra clave: perdón
• El tema es recibir al esclavo desertor como un hermano cristiano. Los conciudadanos pueden olvidar el orgullo de raza, el orgullo de su puesto, y el orgullo de su apariencia; pueden aceptar a los de las clases “más bajas” por los derechos espirituales, no por los “derechos civiles”.

HEBREOS (el libro de cosas mejores): 13 capítulos, 303 versículos
• El versículo clave: Hebreos 8.6
• La palabra clave: mejor
• El tema del libro es que la obra consumada de Cristo nos provee ahora con algo mucho mejor que cual­quier cosa bajo el pacto viejo. Mencionados específicamente son: una mejor revelación (1.1–2); un mejor trono (1.3); un nombre mejor y una autoridad mejor (1.3–4); Cristo mejor que los ángeles (1.4); una mejor liberación (2.14–15); Cristo mejor que Moisés (3.3); un mejor día de reposo (4.4–10); un mejor sacerdocio (4.14; 5.6; 7.24–25); una mejor esperanza (6.19; 7.19); un mejor testamento (7.22; 9.15); un mejor pacto (8.6–13); un mejor templo (8.2; 9.1, 10–11, 24); mejores promesas (8.6); mejores sacrificios (9.23, 26–28); una mejor ofrenda (10.10–14); mejores galardones (10.34); un mejor país (11.13–16); una mejor ciudad —la nueva Jerusalén (11.10; 12.22; 13.14); una mejor resurrección para los fieles de todos los siglos (11.35); un mejor altar (13.15); un mejor reino (1.8; 12.28). Desde el principio hasta el fin el libro subraya la naturaleza espiritual del reino de Cristo y que él llegó a ser nuestra expiación de sangre. Después resucitó y ascendió a lo alto y se sentó en su trono (1.3; 10.12; 12.2), de donde viene a juzgar a los vivos y a los muer­tos (9.27–28; 10.37). El libro fue escrito ante todo para enseñar a los cristianos judíos el gran alcance del cambio que se efectuó cuando Cristo consumó su obra, invalidando el antiguo pacto. ¡Ahora hay algo mejor!

SANTIAGO (el libro del discipulado): 5 capítulos, 108 versículos
• El versículo clave: Santiago 2.26
• Las palabras claves: la fe y las obras
• El tema del libro es recordar a los miembros de la iglesia que están inclinados a ser mundanos, que tienen que tener más que la profesión del cristianismo. La fe sin obras transformadas es una religión muerta. Se les recuerda a todos que son los pobres y los benignos que heredan el reino de Dios (Santiago 2.5), y que se requiere que vivamos vidas por su gracia que cumplen la ley del Rey (la “ley real” —2.8, o la ley del amor, la ley de la libertad —2.12). Aquí otra vez vemos el reino de Dios y su señorío sobre el creyente.
• El bosquejo: la fe viva contra las pruebas (1.1–18); la fe viva contra la formalidad y el prejuicio (1.19–2.16); la fe viva contra la calumnia, la contienda, y la avaricia (3.1–5.6); la fe viva contra la impaciencia, la enfermedad, etc. (5.6–20). Hay muchos paralelos entre Santiago y el Sermón del Monte.

1 PEDRO (el libro de cosas preciosas): 5 capítulos, 105 versículos
• Los versículos claves: 1 Pedro 1.18–19
• Las palabras claves: la sangre preciosa
• Este libro destaca las cosas que son preciosas: una fe más preciosa que el oro (1.7); la sangre preciosa de Cristo (1.19); el Señor precioso (2.4); la piedra preciosa (2.6–7); el precioso ornato interno, no el externo (3.4). Más adelante en 2 Pedro se menciona otra vez una fe preciosa (1.l), y promesas preciosas (1.4). El libro subraya el carácter separado y disconformado del pueblo del reino de Dios (1 Pedro 2.9–10), probando que el reino le fue quitado a Israel y dado a una nación nueva que llevaría los frutos del reino. Los cuatro títulos del capítulo 2.9 fueron aplicados anteriormente a Israel en Exodo 19.4–6.
• El bosquejo: el nuevo nacimiento (1), la iglesia (2), la separación (3), el sufrimiento (4), los pastores (5).

2 PEDRO (el libro de apostasía): 3 capítulos, 61 versículos
• Los versículos claves: 2 Pedro 1.10–11
• La palabra clave: seguro
• El tema es que un juicio seguro viene sobre los que apostatan, pero habrá galardones seguros para los fíeles, los cuales entonces entrarán en el reino eterno de Cristo (1.11). La venida de Cristo como un ladrón en la noche se muestra como una disolución de la tierra con fuego, seguida por los cielos nuevos y la tierra nueva de la eternidad (3.7, 10–13).
• El bosquejo: la seguridad (1), la apostasía (2), el juicio (3).

1 JUAN (El libro de seguridad): 5 capítulos, 105 versículos
• El versículo clave: 1 Juan 5.13
• Las palabras claves: para que sepáis que tenéis vida eterna
• El tema de este libro es la seguridad cristiana: cómo podemos saberlo si somos salvos y pertenecemos a Dios.
• El bosquejo: sus hijos andan en la luz, lo cual significa que confiesan sus pecados y hallan el perdón de Cristo (l); sus hijos no aman los reinos del mundo (2); sus hijos se aman unos a otros (3); sus hijos tienen el Espíritu Santo (4); sus hijos son nacidos de Dios y son vic­toriosos sobre el pecado por medio de Cristo (5).

2 JUAN (el libro de la intolerancia): 1 capítulo, 13 versículos
• El versículo clave: 2 Juan 4
• Las palabras claves: la verdad no tolera la herejía
• El bosquejo: el reino de la verdad dentro del creyente (1–4); el reino del amor (5–6); evitar a los que se rebelan contra la verdad (7–13).

3 JUAN (el libro de la persona que se cree importante): 1 capítulo, 15 versículos
• El versículo clave: 3 Juan 8
• Las palabras claves: recibir a los santos
• El libro cuenta de un hombre orgulloso que ni aun reconociera la corrección del apóstol. Nos exhorta a ser hospitalarios y fraternales, no egoístas.

JUDAS (el libro de los hechos de los apóstatas): 1 capitulo, 25 versículos
• El versículo clave: Judas 3
• La palabra clave: guardar
• El libro subraya la rebelión de los ángeles caídos contra el reino de Dios y como él los encadena (6); la rebelión de los creyentes falsos y su castigo. También habla del poder de Dios para guardar a los que creen y obedecen.
• El bosquejo: guardados por Dios (1–2); de guardar la fe (3–4); guardados para el juicio (5–7); de no guardar la fe (8–19); de guardarse en el amor de Dios (20–23); guardados de caer (24–25).

APOCALIPSIS (el libro de la revelación de la realidad): 22 capítulos, 404 versículos
• Los versículos claves: Apocalipsis 1.4–8
• La palabra clave: siete
• El tema de este libro complicado es muy sencillo: ¡Cristo en el trono; Cristo en medio de sus iglesias; Cristo, volviendo, tiene que reinar hasta que cada enemigo sea vencido! Los que pertenecen a Cristo reinan con él ahora (5.10), y reinarán para siempre (22.5). Apocalipsis 17.14 resume la conquista o la victoria reinante de Cristo y sus santos sobre el enemigo: “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.

Para entender el libro de Apocalipsis más en detalle, es útil recordar unas claves para su interpretación. Primero, es un libro de “revelación” (1.1). Segundo, es un libro de visiones. Más de 35 veces Juan escribe “vi”, y el versículo 2 del capítulo 1 explica que el libro es una recopilación de vi­siones (“cosas que ha visto”). Las visiones siempre son acompañadas de un lenguaje simbólico; así que los detalles de la visión no son la verdad literal, sino la verdad simbólica. Por ejemplo, Juan vio “una bestia” subir del mar. Esto se refiere a un poder político levantándose de entre las naciones, no a un animal zoológico. El lenguaje apocalíptico usa muchos de tales símbolos. En tercer lugar, hay que prestar atención especial a la estructura del libro —se construye sobre base del uso del número siete (que ocurre 51 veces). El libro entero es dividido en siete secciones: Cristo en medio de las siete iglesias (1–3); los siete sellos 14–7); las siete trompetas 18–11); los siete enemigos (12–14); las siete copas (15–16); la caída de los siete enemigos (17–20); las siete glorias del cielo (21–22). En el idioma hebreo el número siete significa “completo” y éste es el último libro, completando la revelación de Dios.

Preguntas de estudio

1. ¿Cuántos libros hay en el Nuevo Testamento? ¿De qué tipos de literatura son?

2. ¿Cuál es el propósito del Nuevo Testamento?

3. ¿Cuáles son los siete contrastes entre el Antiguo Testamento y el Nuevo?

4. ¿Qué significa la frase “el cumplimiento del tiempo”?

5. Hablen del bosquejo del libro de Mateo.

6. Hablen de la tabla que compara los cuatro evangelios.

7. Hablen del bosquejo de Colosenses.

8. Hablen del bosquejo de Hebreos.

9. Hablen del bosquejo de 1 Pedro.

10. Hablen del bosquejo de Apocalipsis.

Va a Capítulo 5