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Pláticas oportunas con adolescentes

-Daniel Kauffman

Capítulo 1

Creciendo

 

     Mis Queridos Amigos Jóvenes:

     Este libro es para aquellos jóvenes que ya se están desarrollando para ser hombres y mujeres.

     Hace unos años ustedes eran meros niños. De aquí a unos pocos años más, (si el Señor les permite vivir por tanto tiempo), ustedes serán hombres y mujeres que llevarán las cargas de la vida. No hay otro período de la vida en el que ustedes serán tan enérgicamente impresionados con el hecho de que están creciendo.

     Sus cuerpos se están desarrollando con gran rapidez. Este es el tiempo en el que ustedes se miden y se pesan con tanta frecuencia, ¡y cuánto cambian ustedes! Aquellos que han estado ausentes por varios años, y los vuelven a ver, apenas pueden creer cuánto ustedes han desarrollado en tan corto tiempo. Y sin embargo, ¿por qué deben sorprenderse? Entre los años de doce a veinte son los años en los que las personas crecen con más rapidez. Dios está formando los cuerpos de ustedes para las responsabilidades activas de la vida.

     Y mientras sus cuerpos crecen, también sus mentes se desarrollan. Los estudios que antes eran difíciles, ahora son fáciles. Esto es así: 1) porque ustedes han aprendido unas cuantas cosas, y 2) porque sus mentes se han fortalecido. Mientras ustedes avanzan de un grado a otro, sus mentes los capacitarán para poder resolver los problemas más difíciles así como han logrado dominar las preguntas más sencillas de los primeros cursos.

     Sus cuerpos y mentes se asemejan en varios aspectos. Mientras más los usen, con más rapidez se desarrollarán. Mientras más abusen de ellos más se estropearán. La falta de ejercicio produce cuerpos y mentes flojos. Cuídenlos a ambos. Busquen hacer mucho ejercicio, mucho dormir, comida buena y sólida…, ¡pero no con demasía! Los buenos hábitos, y las vidas alegres están entre las cosas que fortalecen tanto el cuerpo como la mente. Las malas noches, los malos hábitos, la pereza, y los ejercicios abusivos, sin duda alguna debilitarán a ambos.

     El abastecimiento de información de ustedes está creciendo. Cada día en la escuela, cada nuevo libro leído y estudiado, cada conversación y cada cosa nueva que ven o escuchan se añade a este abastecimiento. No teman el que  vayan a aprender demasiado. Sólo asegúrense de aprender las cosas debidas.  Este es el momento en el que querrán abastecer sus mentes con informaciones que más tarde les serán útiles.

     Ya hemos notado que están creciendo en cuerpo, en mente y en conocimiento. ¿Están creciendo en moralidad? Sus metas no deben ser simplemente llegar a ser más sabios ni más capaces, sino también mejores y más útiles.

     Hay muchas personas inteligentes que son criminales. En los últimos años, varios senadores de los Estados Unidos, presidentes de bancos, oficiales de ferrocarril, y muchos millonarios han sido condenados por crimen y sentenciados a prisión. Estas son lecciones de cosas permanentes que nos enseñan que a menos que cultivemos nuestra moral, al igual que nuestra inteligencia, nuestras vidas serán fracasos seguros.

     Hay muchas cosas que ustedes piensan que son debidas y muchas otras que piensan que son indebidas. Tengan por meta el siempre hacer debido y nunca hacer lo indebido. Esto involucra muchas luchas, pero con cada lucha, ustedes ganarán más fuerzas, lo cual añadirá a su capacidad de ser más útiles. Los buenos libros, los buenos compañeros, los pensamientos puros, y los buenos empleos son cuatro cosas en las que ustedes pueden depender para crecer moralmente.

     Lo que el mundo quiere es hombres y mujeres valientes.... Hombres y mujeres dispuestos a defender el bien y a oponerse a todo lo malo.

     Este es el tiempo de sus vidas en el que ustedes querrán asegurarse de estar bien espiritualmente. De que estén creciendo no hay dudas, pero ustedes querrán crecer en la dirección correcta. Si ustedes no están creciendo como jóvenes soldados de la cruz, están creciendo en maldad y se están endureciendo por el pecado. ¡No hagan el peor error del mundo por comenzar mal! Y ya que ustedes están en sus años más tiernos, y no endurecidos como muchos que son más viejos y quienes ya han desperdiciado la mejor parte de sus vidas y han descuidado su desarrollo espiritual y moral, asegúrense de no quedar satisfechos con nada menos que un crecimiento saludable, en todo lo que concierne a ser hombres y mujeres de Dios. Con frecuencia he escuchado a personas mayores lamentar el no haber comenzado bien, ¡pero ya era demasiado tarde! No es demasiado tarde para ustedes.

     Nos enfocamos tanto en la idea de crecer porque ese es el período actual de las vidas de ustedes.  Podemos aprender una lección del maíz. Crece con gran rapidez. Y poco a poco deja de crecer pero empieza a desarrollar una espiga. A su debido tiempo la espiga es arrancada y usada para propósitos específicos. Ustedes son esa espiga. Asegúrense de que el crecimiento de ustedes no sea estorbado, sino más bien fortalecido. Porque esto produce una espiga más grande y un mayor grado de utilidad.

     Después de unos cuantos años, sus cuerpos dejarán de crecer, y las oportunidades que ustedes tienen ahora, desaparecerán, pues ya estarán recargados con las cargas y responsabilidades de la vida activa. Y entonces comprenderán que mientras con más diligencia se apliquen en el período de la juventud, mayor será el poder para hacer lo bueno.